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El Alzheimer , junto con las demás demencias seniles, es una enfermedad incurable, una vez que se hace visible: si ya hay síntomas, el cerebro ya inició el proceso de deterioro y éste es irreversible. Esa es la razón por la cual las empresas farmacéuticas han abandonado la búsqueda de fármacos que curen la enfermedad y buscan ahora fármacos que detengan su avance o que prevengan su aparición.

Los factores genéticos son marginales en el Alzheimer, frente al impacto de la edad: uno de cada veinte personas tiene Alzheimer a los 65 años, y a los 85 el 50% de las personas han desarrollado la enfermedad. Con el avance de la expectativa de vida, la prevalencia del Alzheimer se incrementa de manera brutal. Cualquier persona debería tomar acciones para ralentizar el avance de la enfermedad, en sí mismo y en su entorno familiar.

El estilo de vida y en particular el uso de las capacidades cerebrales a lo largo de la vida son factores claves en la ralentización de la enfermedad. Incluso en casos de gemelos idénticos, la diferencia en el avance de la enfermedad puede ser de diez años, margen de acción al que todavía no aspiran los fármacos en proceso de desarrollo y prueba.

DIAGNÓSTICO, ETAPAS Y TRATAMIENO

El Alzheimer es asintomático durante una o dos décadas y se comienza a manifestar en los sesentas. Los primeros síntomas son olvidos. ¿Qué tipo de olvidos? Todos tenemos olvidos: si la rutina diaria se hizo completa, el nombre de alguien, algunas palabras que no vienen a la mente, los puestos donde dejamos las cosas, etcétera. Pero olvidar reiteradamente en un corto plazo el mismo cosa o hecho es un síntoma: olvidar dos o tres veces la misma palabra en una conversación; hoy, y ayer y anteayer el puesto de las llaves, calentar una o dos o tres veces el mismo plato para servir un almuerzo, etcétera.

Hay pruebas clínicas que buscan los marcadores de la enfermedad: amiloides y proteína Tau. Ahora bien, normalmente la prueba se indica cuando ya hay síntomas evidentes, lo cual impide un diagnóstico temprano.

Con el fin de reaccionar frente a los primeros síntomas, es necesario estar atentos a olvidos del tipo descrito: reiterados y de corta frecuencia.

ESTRATEGIAS PARA ENFRENTAR EL ALZHEIMER

Dada la alta prevalencia de la enfermedad en la edad avanzada, es conveniente un estilo de vida saludable: ejercicio físico y mental, alimentación balanceada del tipo mediterráneo y una vida social activa. Obesidad, drogadicción, alcohol, azúcar son todos factores que influyen negativamente. Como se observa, son todas recomendaciones genéricas, igualmente válidas para diabetes, hipertensión y otras enfermedades de gran impacto con el envejecimiento. Tal vez la única recomendación específica para el Alzheimer es la de mantener una actividad mental. ¿Qué tipo de actividad mental? Depende del grado de avance de la enfermedad en que se encuentre el paciente. Según la clasificación arriba indicada, en el pre-diagnóstico o etapa preventiva, un trabajo exigente mental y físicamente es clave. En una segunda etapa, cuando ya hay...

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